sábado, 11 de febrero de 2012

La historia de los colores

Antes, muy antes, cuando el mundo aun era habitado por los hombre y las mujeres murciélago, todo era muy diferente, no había colores, en el día todo era blanco, blanquísimo; en la noche todo era negro, negrísimo; a eso de las 6 de la tarde, la hora mágica, durante un ratito las cosas se ponían grises, era la hora en la que la noche andaba de coqueta con el día.

Un día, los 7 viejitos que cuidaban este mundo estaban tomando tejuino abajo de una parota grande, grandísima. De repente un viejito se levanto con cara de que algo se le había ocurrido en su cabeza y dijo:

-¿no creen que el mundo esta muy triste así nomas de blanco y de negro?- cuestionó a los otros viejitos.

Los otros viejitos se pusieron bien pensativos y se rascaban sus cabezas de ellos como cuando sabes que sabes algo pero no sabes qué

-hacen falta colores- exclamo el viejito cuestionador.

Los viejitos se quedaron con cara de extrañamiento

-¡Si, hay que ponerle color al mundo!- exclamaron

Los viejitos empezaron a caminar el la selva buscando los colores que llenarían el mundo. Así pasaron los días blanquísimos, las noches negras y las tardes de coqueteo hasta que un día a un viejito se le ocurrió un lugar donde podría encontrar un color y les dijo a los otros viejitos:

-vamos a hacer un hoyo en la tierra, grandote, grandotote, que llegue hasta lo más profundo, ahí donde esta el centro de la tierra, ahí donde esta el corazón de nuestra madre-

A los viejitos les pereció buena idea y empezaron a hacer el hoyo. Pasaron varios días, varias semanas, varios meses, hasta que un día los viejitos llegaron al corazón de nuestra madre tierra y ahí pintando en el corazón de la tierra estaba un color. Los viejitos se pusieron muy felices y dijeron que ese color se llamaría café.

Pasaron más días y más noches. Una tarde, los viejitos estaban sentados debajo de una palmera, tomándose un coco y fumando tabaco. De repente dos de los viejitos se pusieron a pelear, quién sabe por qué cosa, pero estaban grito y grito, manazo y manazo, en eso uno de los viejitos le pego un coscorrón fuerte en su cabeza a otro de los viejitos, el viejito golpeado se puso a chillar fuerte porque le dolía mucho, sus chillidos trajeron la atención de los otros viejitos que fueron a ver por qué tanta chilladera, cuando llegaron le vieron su cabeza al viejito y le vieron que le salía una agüita colorada de su cabeza, los viejitos se quedaron pensativos y hasta al viejito golpeado se le paro la chilladera. Los viejitos de repente se pusieron muy felices porque al parecer ya tenían el segundo color, entonces los viejitos le dijeron al viejito golpeado que le pusiera nombre al color que le había salido de su cabeza y el viejito golpeado contesto:

-ese color se llamara rojo- y todos los viejitos se pusieron muy felices porque ya tenían dos colores.

Pasaban los días y un día a un viejito se le ocurrió:

-necesitamos un color para pintar la esperanza- hizo una pausa y añadió – lo voy a ir a buscar más adentro de la selva, no me tardo-

Pasaron varios días para que el viejito volviera, cuando volvió lo único que les dijo a los otros viejitos fue:

-ya traje otro color, el de la esperanza y se llama verde- y los viejitos una vez más se habían puesto muy feliz porque ya tenían 3 colores.

Otro día a un viejito se le ocurrió subirse a lo alto de una parota, era una parota altísima, casi llegaba a la luna. Ese viejito dijo:

-voy a ver desde lo más alto de qué color es el planeta-

Ya que estaba arriba se miro para abajo y se dio cuenta de que el planeta tenia un color muy bonito y que ese les serviría, pero entonces se dio cuenta que no tenia como llevarse ese color hasta abajo, el viejito miraba fijamente el color del planeta para que no se le fuera a olvidar, hasta que en un rato el viejito se quedo ciego y era porque el color del planeta se le había metido a sus ojos de él, entonces el viejito se bajo a trompicones y llevo el nuevo color a los otros viejitos, todos lo vieron, platicaron, discutieron, acordaron y azul le pusieron a ese color.

Otro día, un viejito anda caminando y pensando, en eso vio a un niño que estaba risa y risa, el viejito se le quedo viendo y observo que de la alegría del niño salía un color, rápido el viejito fue a robarle su alegría al niño para sacarle el color, el niño se quedo chillando y el viejito se llevo la alegría para enseñarles el nuevo color a los otros viejitos. Cuando les enseño el nuevo color el viejito les dijo:

-a este color le vamos a poner amarillo- y amarillo se llamo el quinto color que venia de la alegría del niño.

Un día los siete viejitos y los 5 colores andaban caminando la selva, ya era de tardecita y los viejitos ya estaban cansados así que decidieron ir a dormí un ratito, los colores los dejaron guardados en una cajita para que no anduviera de juguetones por todos lados, pero la caja no la cerraron bien y los colores se salieron de la caja, empezaron a brincar por todos lados, a amarse, a quererse, a mezclarse y a esparcirse por todos los lados, de repente ya no eran 5 colores, ya se habían mezclado y ahora eran muchísimos colores que bañaban todo lo que encontraban.

Cuando los viejitos se despertaron y vieron toda la fiesta que habían armado los colores se pusieron muy contentos pues ahora había muchos colores y ya habían empezado a pintar el mundo. El café, que era el más pesado de todos callo y pinto la tierra; el azul fue y se metió al agua y también al cielo; el rojo fue y se le metió por la boca a un viejito y lo pinto todo por dentro de rojo; el amarillo, como era muy ligero subió y pinto el sol; el verde que no era tan pesado ni tan ligero se quedo flotando y pinto todas las plantas y los arboles del mundo; y así todas las cosas del mundo se fueron pintando.

Pero había algo que preocupaba a los viejitos, ¿Qué pasaría cuando crearan algo nuevo y los colores no fueran a pintarlo? Sin duda tanta libertad para los colores no era tan buena. Entonces los viejitos que eran muy inteligentes pensaron:

-vamos a guardar todos los colores en un ave, así los colores podrán volar por todos lados y podrán pintar todo y cuando los necesitemos estarán todos juntos para poder pintar las cosas nuevas-

Entonces los viejitos buscaron un ave, ni tan chiquita para que le quepan todos los colores pero ni tan grandota para poderla agarrar cuando la necesitaran. Y ahí estaba, un ave perfecta, los viejitos la tomaron, le metieron todos los colores y le dijeron al ave:

-En ti estarán todos los colores del mundo, es tu responsabilidad guardarlos, eres la guardiana de los colores y te llamaremos GUACAMAYA-

2 comentarios:

Mojik! dijo...

PILTZINTEKUTLI

Se relata que en el principio de los tiempos, cuando todo se formaba en la tierra, la gente y las cosas no tenían colores. Un día Tonatiuh se asomó hacia la tierra entre las nubes y vio todo cenizo uniforme. En uno de sus rayos mandó a su hijo Piltzintekutli vestido con el atuendo del Sol y le ordenó que fuera a darle color a las cosas que había en la tierra......

Mojik! dijo...

checa el texto completo en:

imagenes.tupatrocinio.com/imagenes/4/8/.../PILTZINTECUHTLI.doc


Es muy parecido a tu relato!! u.u