viernes, 24 de febrero de 2012

Cinco reflexiones sobre la universidad.

1.-El miedo, la preocupación, el dolor ajeno, el sufrimiento y el llanto no son temas de tesis en la licenciatura. La metodología, la rigurosidad, el argumento logocéntrico y 2500 años de tradición occidental separan al humano de lo humano. Pero eso no importa porque dan como resultado a un estudiante competitivo, con un excelente perfil académico y apetecible a ser adoptado por las instituciones que mercadean con el conocimiento.

2.-Ser universitario esta sobrevalorado hoy en día. Dar el ancho a la institución académica es flaquear moralmente. La raíz que a los universitarios nos justificaba como parásitos de la sociedad, la raíz que nos unía a ella se ha marchitado. ¿Dónde quedo el compromiso? No importa que las cifras estén muriendo de muertes curables, lo importante es que las investigaciones del cuerpo académico salgan adelante, nada más. Al terminar la carreta habremos pecado en al menos una de las formas que el padre nuestro condena, la omisión. Pero no importa, el titulo profesional expía cualquier pecado, menos, obviamente, la incompetitividad.

3.-Qué nos enseñan en la escuela, ¿a ser más humanos? No ciertamente. La bandera de la educación moderna es la competencia, ¿competencia entre quienes? ¿Entre nosotros? ¿Competencia entre hermanos? ¿Competencia entre dos personas que buscan lo mismo? ¿Competencia para saber quien es el más fuerte?

4.-La lógica moderna nos dice que mientras el argumento sea científico es correcto. Entonces la solución que los cínicos que usurpan los cargos altos en las instituciones educativas han pensado es que se debe practicar el mal científicamente.

5.-Esos sicarios que han tomado por asalto la universidad no descansaran hasta que los universitarios salgamos marcados con un número de serie y con un sello de control de calidad que nos certifique como productos aptos para el consumo empresarial.

Inscríbete a las fuerzas no armadas del ejército del poder hegemónico, afíliate a las fuerzas colonizadoras de la dominación ideológica, entra a una universidad.

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